miércoles, 12 de noviembre de 2014

Ascaris lumbricoides: el Habitante silencioso

Las personas contraen ascariasis al consumir alimentos o bebidas contaminados con huevos de áscaris. Es la más común de las infecciones por lombrices intestinales y está relacionada con una higiene personal deficiente y condiciones sanitarias precarias. Las personas que viven en lugares donde se utilizan heces humanas como fertilizante también están en riesgo de padecer esta enfermedad.

Una vez consumidos, los huevos se incuban y liberan áscaris inmaduros llamados larvas dentro del intestino delgado. Al cabo de unos días, las larvas migran luego a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones, suben a través de las vías respiratorias grandes de estos órganos, son ingeridas de nuevo hacia el estómago y llegan al intestino delgado.

Ascaris lubricoides
A medida que las larvas se desplazan a través de los pulmones, pueden causar una forma infrecuente de neumonía llamada eosinofílica. Una vez de vuelta en el intestino delgado, las larvas maduran hasta convertirse en áscaris adultos. Las lombrices adultas habitan en el intestino delgado donde depositan huevos que están presentes en las heces. Pueden vivir de 10 a 24 meses.

Se calcula que hay mil millones de personas infectadas en todo el mundo. Si bien la ascariasis se presenta en todas las edades, los niños parecen resultar afectados con mayor intensidad que los adultos.

Sintomatología:
La fase de migración de la larva en pulmones produce un proceso inflamatorio con producción de exudado, tos, eosinofilia, fiebre cuadro que corresponde al síndrome de Löffler.

En el caso de la presencia del parásito adulto en la cavidad intestinal: debido a que secreta moléculas inhibidoras de la tripsina puede producir anemia, palidez, perdida de peso,síndrome diarreico y malestar general. El estado de desnutrición afecta especialmente a niños, lo que retrasa su desarrollo.

Un gran número de lombrices adultas puede producir una serie de complicaciones como peritonitis debida a la perforación de la mucosa intestinal (pudiendo ser mortal), apendicitis causada por una acumulación de parásitos en el apéndice, oclusión intestinal y asfixia causada por la regurgitación y vómito de los vermes, ocluyendo la tráquea, las fosas nasales e incluso los bronquios.

Otras posibles complicaciones con áscaris son las migraciones ectópicas hacia otros órganos, ya sea por las larvas o gusanos adultos que pueden llegar a la vesícula biliar provocando dolor en el hipocondrio, ictericia y fiebre alta. Cuando las lombrices mueren en la vesícula pueden dar origen a cálculos biliares.

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